La hiperplasia benigna de próstata es un aumento de tamaño de la próstata, que puede comprimir la uretra dando lugar a molestos síntomas a nivel urinario, pélvico e incluso sexual:
Los fisioterapeutas podemos ayudar en el proceso de mejora de la hiperplasia benigna de próstata a través de terapia manual reforzada con la aplicación de radiofrecuencia. Un estudio reciente avala la eficacia de los tratamientos con INDIBA en casos de hiperplasia benigna de próstata. Su efecto regenerador y drenante ayuda a eliminar la congestión y el dolor. De esta manera, se reducen los síntomas y la inflamación.
Las causas de la disfunción eréctil pueden ser psicológicas, hormonales, farmacológicas, vasculares, neurológicas o estructurales.
Al considerar la fisiología de la erección, la INDIBA® complementa la rehabilitación aumentando el riego sanguíneo y regulando la calidad del tejido conectivo y, por lo tanto, la túnica albugínea, garantizando una erección satisfactoria mediante una acción antifibrótica sobre el tejido conectivo en presencia de adherencias, por ej. enfermedad de Peyronie, y regulando la acción celular del tejido neurológico. También es útil para retener la elasticidad del pene que disminuye con la edad, ya que llevaría a la ausencia de erecciones voluntarias o inducidas, p. ej. después de la cirugía de próstata.
El dolor pélvico crónico es un dolor que se localiza en el abdomen bajo y que evoluciona por un periodo de más de seis meses. Esta patología puede producirse por diversas causas: ginecológicas (endometriosis, adherencias, congestión pélvica, cistitis intersticial, etc.), gastroenterológicas (enfermedades inflamatorias intestinales o síndrome del intestino irritable), urológicas (síndrome uretral) o neurológicas (atrapamiento del nervio pudendo).
Una de las causas de dolor de origen ginecológico es la endometriosis, que produce una reacción inflamatoria que, con el tiempo, da lugar a adherencias entre órganos pélvicos que pueden causar un dolor muy incapacitante.
El dolor puede ser de carácter vaginal o uterosacro y está asociado con la dispareunia profunda, dicho de otro modo: el dolor en las relaciones sexuales.
El dolor pélvico crónico es una sensibilización central de una información en la región del suelo pélvico que, por darse de forma repetida, acaba codificando cualquier información que proviene de esta zona, como información de dolor.
El principal responsable de este dolor crónico es por lo tanto el nervio pudendo, que al encontrarse en una situación de compresión o inflamación por tiempo prolongado acaba tendiendo siempre a dar información de dolor de forma sistemática.
El tratamiento del dolor pélvico crónico con INDIBA (técnica que aplica la electroterapia de alta frecuencia para generar calor en los tejidos del cuerpo e incrementar la proliferación celular) puede realizarse de dos formas: en modalidad subtérmica- para dolores inflamatorios o agudos, y en modalidad térmica- para mejorar la vascularización y disminuir la tensión de los tejidos. Puede realizarse de forma externa con el electrodo en la entrada de la vagina dado que el sistema trabaja desde el interior del tejido y en muchas ocasiones no es necesario actuar de manera invasiva, o mediante el electrodo intracavitario, que es como una sonda pequeña, indolora, para permitir un acceso más específico a los tejidos que se tienen que tratar.
Los efectos que se logran con esta técnica son: una disminución del dolor y la inflamación, un aumento del metabolismo y mejora del trofismo, un reequilibrio óptimo del tono muscular y una movilización precoz.